La Comarca de las Cinco Villas está ligada al agua desde hace siglos, ya que fueron los romanos quienes construyeron los primeros embalses. De época posterior quedan restos de obras notables como la presa de la Pesquera en Navardún, la Estanca de Cambrón en Sádaba, la Estuertica de Ejea o el Muro de la Badina de Tauste.
Aunque algunos tienen su origen en siglos pasados, la zona cuenta con un importante número de embalses de todo tamaño en servicio. Desde la enorme capacidad de Yesa, al modesto de Castiliscar, que también es uno de los históricos junto con los de Escorón o Valdelafuén, contrastando con los recientemente puestos en servicio de Malvecino cerca de Alera y La Berne en las inmediaciones de Ejea de los Caballeros.
Junto a éstos, hay otros muchos como los de San Bartolomé, reparado en 2008 tras varios años casi vacío; El Gancho junto al casco urbano de Ejea, que será acondicionado en breve, o el de San Bartolomé de Las Pedrosas, donde se levantan las instalaciones de una escuela de pesca.