La localidad de Layana se encuentra situada en el corazón de las Cinco Villas aragonesas en la margen derecha del río Riguel, a camino entre las localidades de Sádaba y Uncastillo. Esta pequeña localidad enclavada entre desérticos parajes de las Bardenas y las frondosas sierras del Prepirineo, tiene como principal actividad económica el cultivo del cereal.
Su suave orografía hace posible agradables paseos por la ribera del Riguel hasta el cercano embalse de Valdelafuen en Sádaba o hasta Biota atravesando el importante yacimiento romano de Los Bañales con su poblado, acueducto y termas.
En el casco urbano destaca la torre medieval (datada en el s. xiii), visible desde cualquier punto de Layana que servía de atalaya defensiva y de residencia. Además, destaca también la iglesia del s. xii dedicada a Santo Tomás de Canterbury, patrón de la villa.